La maestra Yumiko Yoshioka en el Teatro La Libertad, Xalapa 2010
El año pasado en el mes de Marzo, Abraham Oceransky invitó a la maestra japonesa Yumiko Yoshioka a dar un taller de danza Butoh en el Teatro la Libertad, dicho taller duró cinco días, quienes se inscribieron a él, asistían desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche con algunos descansos y tiempo para comer, el grupo estaba formado por unas veinte personas que habían sido convocadas a través de Internet y de Cartéles.
Durante los ejercicios sudaban copiosamente y sonreían como iluminados luego de largas jornadas de ejercicios. El sábado siguiente al término del taller asistí a un espectáculo gratuito que ofrecían como resultado de lo aprendido y como siempre me ocurre en los espectáculos de Abraham, tuve los pelos de punta y el corazón apretado. Supongo que como yo, nadie del público movió su mirada del escenario o hizo un ruido durante los 40 minutos que duró la presentación, lo que ahí ocurría era de vida o muerte y nos incluía a todos.
Trataré de describirlo: podría dividir el espectáculo en tres escenas; en la primera me pareció estar presenciando una seducción masiva que se daba entre un grupo como de veinte personas, resultando unas diez parejas, del mismo sexo en algunos casos y de diferente en otros, lo que me pareció la segunda escena trataba sobre la relación que se estableció entre ellos, se observaban movimientos repetitivos, en actitudes de miedo y de rapiña. Era tan intenso su trabajo, que se veían absolutamente sofocados, incluso yo sentía el pecho completamente apretado y comencé a desear salir del teatro, cuando de pronto algo comenzó a cambiar, de alguna manera comenzaba a abrirse el panorama, creo que fue cuando algunas parejas dejaron de verse exclusivamente entre si y se percataron de que a su alrededor había más como ellos. Fue cuando comenzó lo que me pareció la tercera escena. Los participantes comenzaron a erguir su cuerpo y a mirar hacia arriba, entonces observé una luz en sus ojos y una expresión en sus rostros que interpreté como alegría, paz y una gran esperanza. Dessé mirar hacia donde ellos estaban viendo, pero no quise perderme el placer de ver sus expresiones, Para ese entonces de mis ojos comenzaron a brotar lágrimas mientras sentía un enorme alivio en todo el cuerpo.
Como de costumbre quise quedarme después de los aplausos y las fotos, para abrazar a Abraham y a las actrices que participaron en el taller.
Foto del momento en que inició el espectáculo
de Danza Butoh en el Teatro la Libertad, bajo la dirección de la maestra Jumiko Yoshioka. Marzo 2010
Gracias Bina, por tu tiempo, por tu espíritu, por tu entrega, por tu fuerza, por tu fragilidad... pero más que nada por tu generocidad. Gracias!!!
ResponderEliminarLiliana