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Taller de Shiatsu

martes, 29 de marzo de 2011

El que tiene imaginación vive en el Paraíso. A. Oceransky. Parte III

Unos días mas tarde Oceransky me permitió entrevistarlo y me habló del porqué de la asiduidad de técnicas y de entrenamiento para sus actores:
“Un entrenamiento de un artista es bastísimo el campo, buscamos aquellas personas que tienen un amplio conocimiento. Cuando encontramos una gente que tiene gran valor en el desarrollo de su arte es invitado y damos talleres de este tipo para que los que estamos juntos investigando podamos adentrarnos un poco más en otra visión del arte, la idea de ser asiduos y ser constantes es que considero que un artista se va a dedicar toda su vida a eso y es mejor que inicie entre mas joven sea, para que cuando llegue a una edad un poco mayor no sea tarde para encontrar conocimiento, y la idea de que sea constante es la de que un árbol nunca deja de crecer, la naturaleza nunca deja de crecer, siempre se está expandiendo, y muchas partes se van muriendo, entonces ser constante en una forma de conducta te permite ser muy fuerte porque adentras tus raíces, expandes tus conocimientos, te hace invulnerable a muchas de las cosas que son ajenas al arte, es lo mismo que un guerrero entre mas entrena mejor guerrero es, estas entrenando diario para no morir, y un artista tiene que entrenarse todos los días, el arte nunca se acaba de conocer, nadie conoce el total de las cosas hasta ahora, nadie conoce el principio ni el fin del universo aunque hablemos de él, no sabemos exactamente cuál es nuestra capacidad, el trabajo del desarrollo humano y el trabajo artístico es constante, y esto permite muchas cosas, … que cuando estás inmerso en el descubrimiento y en la investigación de lo que te gusta hacer mas te gusta, mas creces, mas encuentras.”

Al respecto de su interés por lo oriental me dijo:Bueno yo comencé buscando sobre lo mexicano, al buscar en las raíces de lo que yo consideraba, por los estudios en los que me estaba basando que eran cosas antropológicas, arqueológicas, de cómo era lo fundamental en el arte escénico de México. Me di cuenta de que México estaba muy influenciado a partir de la conquista por las culturas europeas, y había una serie de conductas escénicas que no tenían nada que ver con lo mexicano y que en lugar de influenciar hacia un desarrollo, habían reprimido el ADN digamos de México; por que se imponía la religión, se imponía la política europea; se imponía el pensamiento moral europeo, sobre lo mexicano, en síntesis sobre lo latinoamericano, las conductas europeas están encima de los pueblos que fueron reprimidos e invadidos por otras culturas. Y bueno pues esto tiene quinientos años, entonces al darme cuenta de que teníamos muy poco material, sin embargo al ver yo los códices mexicanos, ya había estudiado un poco sobre las conductas y el arte oriental. Entonces me di cuenta de que los mudras de los hindúes, de los chinos, de los japoneses, de los coreanos de los malayos, etc., tenían mucho que ver con los mudras de los mayas y las antiguas etnias de América; y entonces me puse a hacer comparaciones acerca de las posiciones de manos y me di cuenta de que querían decir lo mismo, las posiciones de ojos, los sentados, las posiciones religiosas y guerreras. Todos estos países antiguos tienen una forma común, un lenguaje didáctico, que se puede leer. Después de un poquito de investigación se pueden leer aumentado, lo que los textos decían en los códices, al conocer las figuras aumenta el mensaje por que no solamente son las palabras lo que habla por un pueblo sino también el uso del cuerpo, de la mente y de la imaginación. Entonces me empecé a interesar mucho por el arte oriental por que estaba encontrando por fin un lenguaje de México; que no estaba inscrito en la historia por que no la habíamos visto, o al menos yo no se si los arqueólogos lo ven. Las posiciones del cuerpo, el colorido, las expresiones emocionales de cada una de las figuras están transmitiendo un texto vigente y clarísimo…Digo, yo no se si un arqueólogo también investiga esto, pero para mi como artista, hacedor de cosas visuales, me permitió enamorarme del asunto y empecé a investigar sobre lo que es un mudra, para qué servía, cómo se conectaba esto con el pensamiento, con la imaginación, con los estados del alma y el cuerpo, y ahí empezó. Me metí a la meditación, me metí a las artes marciales, a leer y a estudiar la historia de oriente y me di cuenta que había similitudes enormes, que yo las podía aplicar. Empecé a relacionarme con artistas de oriente, en el terreno de la plástica o de lo corporal. Me interesó el teatro No el teatro Kabuki, las danzas de la India, las danzas de Ceilán en fin, me empezó a interesar el sinónimo del arte escénico en la antigüedad, entonces me di cuenta de que yo tenía que trabajar de otra manera. Tratar de relacionar todos los mundos que vive el hombre en uno solo; en un escenario.”

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